UBICACIÓN
El acceso por carretera a la parcela era inexistente, los límites no estaban claramente definidos y la única forma de ver la parcela era desde lo alto del pueblo. Los lugareños les advirtieron de que podría haber algunas cuevas (canaves) que databan de principios de siglo, pero nadie lo sabía con certeza ya que muchas cosas habían cambiado desde el terremoto de 1956. Sin embargo, decidieron comprar el terreno. Al principio, las cuevas se utilizaban para almacenar alimentos (cereales, vino, etc.) y animales debido a su capacidad para mantener temperaturas estables. Luego, las canaves se convirtieron en viviendas de los pescadores locales hasta que fueron encontradas a causa del terremoto. Tras empezar a excavar entre los escombros, los propietarios descubrieron cinco cuevas preexistentes. Esto cambió inmediatamente su forma de pensar y planificar. Surgió la idea de convertir la propiedad en un pequeño hotel. El proyecto exigió mucha mano de obra en situaciones desafiantes por lo que este hotel artesanal abrió sus puertas después de 5 años de duro trabajo, esfuerzo incansable y sacrificio.